Para cualquiera que haya vivido en un barrio en Bogota, pero un barrio de verdad tipo "Conjunto Cerrado" (es decir, que en su barrio al menos hubo un Billi o algun miembro de Las Pirañas), no le sera dificil recordar con nostalgia este singular artefacto, primo hermano colombiano del monopatin.
Si usted vivio en uno de estos barrios, seguramente salto algun policia acostado montado en este pedazo de madera, del tamaño y la contextura de una estiba, que rodaba sobre cuatro ruedas o balineras cuyo sonido hacia ladrar a todos los perros de la cuadra. No faltaba tampoco la cabulla, indispensable para que sus amigos lo halaran y asi lograr las magras velocidades que pueden llegar a emocionar a un niño de 10 años o menos.
De ahi pa' lante, todo era cuestion de estilo, eso que llaman el engalle. No era mucho lo que se podia hacer para mejorar la apariencia de este Segway chibcha; pintar la tabla si acaso, y si su familia acababa de comprar un Sony Triniton, pues aprovechar la caja de carton y crearle una carcazita al vehiculo. Ya adentro, me imagino que hubo quienes le colocaron un timon ficticio, una cucaracha, la coleccion de Majorette, la calcomania de Jesus, el popular Dios es mi copiloto, la hawaina, etc. O como en la foto, si usted quiere botarse por La Linea y aperecer en los XGames de Señal Colombia, por lo menos decore su carrito para que no dañe el paisaje local.
Si el carro de balineras le trae gratos recuerdos, es porque usted cuando joven callejeo, y seguro se le aguaran los ojos al pensar en otras particularidades de ese micromundo urbano:
- La bodoquera
- Botella, papel!
- El carro de helados con musiquita, propio del domingo antes de misa
- El saca-mocos
- La tienda, la panaderia, la drogueria
- Pinchis
- El carro de algodon de azucar
- El vendedor de ollas
- Tarro
- Las casetas de polvora
P.D. Una noticia digna de Ron Burgundy, una para los fanes de Onedollar y Usnavy y otra para los que estan mamados de los 80 años de Garcia Marquez.
